Reproduzco el artículo publicado en mi colaboración con el blog del COITAOC:
Hemos visto durante este último mes distintas acciones-reacciones que se han producido en el entorno socio-económico. Principalmente la alerta que enviaron los organismos europeos sobre los elevados índices de deuda pública española, y la similitud con la situación que se ha vivido en Grecia. En ese país las medidas adoptadas muy probablemente costarán al gobierno la reelección, y han creado un clima de conflicto social muy importante, sin embargo eran del todo necesarias, y se han seguido a rajatabla las indicaciones de los organismos europeos (principalmente encabezados por Alemania). Estas acciones han devuelto la confianza a los mercados, y han reestablecido el clima de esperanza en la recuperación que se comenzaba a avistar. De hecho la emisión de deuda colocada por el gobierno griego durante esta semana se ha cubierto completamente los 5.000 millones de euros emitidos, con peticiones cercanas a los 12.000 millones.
Sin embargo preocupan otros países en el entorno europeo, principalmente Italia, Portugal y sobre todo España. Nuestro elevado porcentaje de deuda externa hace que el foco de Europa se haya situado sobre nosotros una vez controlada la situación griega. Las políticas que adoptó el gobierno (cuando admitió que estábamos en una crisis importante), fueron encaminadas en paliar la recesión económica por medio de un incremento en el gasto público, lo que disparó nuestros índices de deuda. Tras el aviso recibido de Bruselas, el gobierno se ha visto abocado a emplear mecanismos más drásticos, y ha variado su enfoque hacia la reducción del déficit, como comentábamos en un artículo anterior. Son muchas las voces de alarmas que advierten de que una de las principales medidas (la subida del IVA) producirá un frenazo en el consumo, lo que impedirá con toda seguridad que el déficit estatal sea menor, y seguirá enfriando la economía. Mientras tanto, en el resto de Europa comienzan a reactivarse las economías, y el Banco Central Europeo, cuyo objetivo principal es el control de la inflacción no tiene más remedio que comenzar a subir los tipos de interés, para evitar ese incremento excesivo de precios en los países en recuperación (Alemania y Francia).
Nos pondremos entonces en un escenario nacional de lo más preocupante: Por un lado el consumo permanecerá frenado, y con él toda la actividad económica nacional, y por el otro veremos cómo aumentan las medidas fiscales (con mayor IVA, lo cual perjudica especialmente a las menores rentas), y además tendremos tipos de interés más elevados, mayor coste para acceder al crédito.
Amigos, pónganse a cubierto porque el entorno nos sitúa en una recuperación muy muy lenta...
domingo, 7 de marzo de 2010
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