Según estaba previsto llegó la esperada bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo, provocada por el miedo a la ya constatada (por el FMI) recesión global fundamentalmente. Me sigue cabiendo la duda de qué hubiera pasado si esta medida a principios de año, momento en el que todo el mundo comenzaba a ver las orejas al lobo, y comenzaban a aparecer los impagados. Parece que por aquel entonces Trichet no se enteraba de la película y seguía con el control de la inflacción, cuando ya empezaban a destrozarse empresas y a minar las que aún se mantenían en pie. Tengo que preguntar sobre esto a mi gurú financiero particular. Quizás el golpe no hubiera sido tan fuerte para todos, o quizás no.
En cualquier caso no va a notarse esta medida de forma directa, ni tampoco proporcional, al menos en las hipotecas. Parece que pasa con el euribor como con las gasolinas, que las subidas del barril se anticipan al mercado, pero para notar las bajadas debemos esperar un tiempo. Aparece en Expansión un artículo explicando la relación entre euribor y precio del dinero, de recomendada lectura, que contra la creencia popular no están tan relacionados como se cree. El Euríbor no es mas que un índice estadístico del precio que ponen los bancos al dinero prestado a particulares.
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