Durante mucho tiempo creí en la utilidad que suponía el haber tomado cualquier tipo de decisión, independientemente de su resultado llegaba a verlo como algo positivo. Hoy en día podría decir algo bastante similar, aunque no del todo exacto. Efectivamente el hecho de tomar una decisión implica (si se ha tomado de forma consciente) un proceso en el que por medio de unos criterios a los que damos distinto peso optamos por un camino u otro. Sin embargo ¿cómo saber si nos equivocamos en su día? Nunca podríamos determinar a posteriori si cualquiera de las otras opciones nos hubiera conducido a alguna situación mejor en la actualidad pues el azar nos situará nuevos factores tras cada decisión que alteran inexorablemente el punto de destino. Algunos podremos preverlos y anticiparnos a su efecto, pero otros serán del todo inesperados para nosotros y tornarán nuestra visión de la decisión hacia un lado u otro.
De hecho el tomar decisiones imposibilita el camino de vuelta atrás, al menos en las mismas circunstancias, puesto que nos movemos en un único sentido en el camino del tiempo. Y vosotros diréis... ¿qué se habrá tomado este hoy?... Digamos que hoy soy víctima de decisiones de ayer...y también beneficiario.
1 comentario:
Máxima culpa extramuri: "las cosas pasan por algo"
Publicar un comentario